Después de todo, todo ha sido nada, a pesar de que un día lo fue todo. Después de nada, o después de todo supe que todo no era más que nada. Grito ¡Todo!, y el eco dice ¡Nada! Grito ¡Nada!, y el eco dice ¡Todo! Ahora sé que la nada lo era todo. y todo era ceniza de la nada. No queda nada de lo que fue nada. (Era ilusión lo que creía todo y que, en definitiva, era la nada.) Qué más da que la nada fuera nada si más nada será, después de todo, después de tanto todo para nada. José Hierro
"Si supieras todas las fuerzas internas que han terminado por agotarme, todas las locuras que me han pasado por la cabeza... Soy ante todo hombre de fantasía, amigo del capricho y de lo deshilvanado."
"Amo a mis perrillos, cuyos ladridos podría distinguir desde lejos y cuyo humor puedo vaticinar, igual que ellos el mío. Mis perros y los de los demás ¿no son personas?"