Llueve el otoño aún verde como entonces
sobre los viejos mármoles,
Con aroma vacío, abriendo sueños,
Y el cuerpo se abandona.
Hay formas transparentes por el valle,
Embeleso en las fuentes,
Y entre el vasto aire pálido ya brillan
Unas celestes alas.
Tras las voces frescas queda el halo
Virginal de la muerte.
Nada pesa ganado ni perdido.
Lánguido va el recuerdo.
Todo es verdad, menos el odio, yerto
Como ese gris celaje
Pasando vanamente sobre el oro,
Hecho sombra iracunda.
Luis Cernuda 'Sentimiento de otoño'
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