lunes, 6 de julio de 2015

Origen

Para qué decir lo contrario, 
si soy la mala rosa. 
La que incendia con fuego 
el sabor de los besos 
que luego apaga con lluvia de dolor.

No me dicen linda 
ni tampoco hermosa, 
me dicen la mala rosa. 
La que hunde sus espinas 
en la hierba del amor 
sin ningún pesar. 

Y por qué negarlo, 
si las cicatrices que llevo en el alma 
florecen en ojos de largas pestañas, 
perdidos deseos que el viento me robó. 

Y río ante mi humo, 
le sonrío a mi copa, 
no me justifico, yo soy mala cosa. 
Escapa de mí. 

Para qué decir lo contrario 
si soy la mala rosa. 
La de los pétalos rotos 
que el revolver de tus besos 
así dejó.

Esclarecidos 'La mala rosa'

Origen

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